No hay nada más placentero y a la vez más desafiante para los padres que el poder ver que su bebé empieza a dar sus primeros pasitos. Es un momento realmente especial, que marca una etapa. El bebé crece, ya se sienta, se levanta, da vueltas, se pone de pie, se agarra a los barrotes de la cuna, y desde hace algunas semanas no para de arrastrarse y de gatear por todos los rincones de la casa. Su sentimiento de libertad es contagioso. El poder moverse es divertido y un paso importante en el desarrollo de sus destrezas y confianza. El bebé ya no para de moverse. Ahora se distrae sosteniéndose en los muebles y en todo lo que pueda, para buscar apoyo y estar de pie por más tiempo, y poder interactuar con las personas y las cosas. Falta muy poco para que él camine por sí mismo. Falta poco para que ustedes , los padres, se sitúen a una distancia de él, y le llamen para que camine hacia ustedes. Y el bebé vendrá, sonriendo, con los brazos algo equilibrados, y dará un paso tras otro, hasta poder abrazarlos. se sentiran los padres más felices y orgullosos del mundo, y su bebé estará cumpliendo más una etapa de su crecimiento.


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